viernes, 4 de noviembre de 2011

Vendedor de Electrodomésticos.

Siempre con una sonrisa.

Vendedor de Pequeño Comercio

                             Lo soñado y lo que fui.

                 Siempre desde pequeño mis sueños tenían claro a qué me dedicaría de mayor y diseñaron tres posibles trabajos con futuro para cuando llegase a la edad adecuada: militar, payaso y mayordomo. Crecí con estos tres posibles trabajos soñados. Trascurrieron los años y llegado el momento, la realidad quiso que me dedicara toda una vida profesional a ser vendedor de electrodomésticos de un comercio pequeño, de una mediana empresa al principio y multinacional al final. Por circunstancias ajenas a mi voluntad, pasé a una reserva masiva de cracks inactivos, semi-senior, de todas las profesiones, que estamos aparcados de forma “no deseada” en sus respectivos hogares. Todo lo que soy se lo debo a mi tienda de barrio, un pequeño comercio tradicional, el de siempre, el de mostrador, el bueno, el auténtico, aun siendo una gran empresa nacional y multinacional, siempre quise que fuera una tienda de barrio.

            Hoy sentado frente a mi viejo ordenador, mirando por la ventana, mientras veo y contemplo como las gotas de agua sacuden con suma violencia los cristales de mi pequeño pero acogedor “despacho”, pienso en mi profesión, con la mirada perdida. Vendedor del Pequeño Comercio, que fue un crack en su trabajo o mejor dicho, que sigue siendo el crack que fui, pero… sin poder seguir demostrándolo.
          Pienso que la realidad quiso que se fundieran mis tres sueños de empleo, para gestar el destacado Vendedor que soy. Para ello, se conjugaron: disciplina, lealtad, valor, sacrificio, ejemplo, compañerismo y el orden del militar, la sonrisa atrevida y dulce del payaso y, el saber escuchar, y el servilismo abnegado del mayordomo.

          Tres sueños que hicieron posible lo que fui, posiblemente, el mejor vendedor de electrodomésticos del mundo, un vendedor excepcional, todo un profesional. Por ello, le estoy agradecido al comercio por el trato recibido, y a la clientela en general. De los clientes aprendí mucho, me enseñaron bastante y seguiré instruyéndome de ellos.

         Pequeño empresario de comercio, tendero, vendedor, comerciante, dependiente de tienda de barrio. Nacidos para… asesorar, recomendar, arrimar el hombro, ayudar, servir, alegrar y fidelizar a la clientela de su barrio, y a todo aquel que atraviese el umbral de la puerta de su tienda.

           Siéntete orgulloso de tu profesión.
Señor vendedor de pequeño comercio en general y de electrodomésticos en particular.
Felicidades a todos los vendedores.

¡¡"Sois unos cracks"!!


Continuará


® El Profesional


Electro consejo.

 Sé tú, e intenta ser feliz, pero sobre todo, sé tú.

Charlie Chaplin


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