lunes, 20 de octubre de 2014

De la solución surgió el problema


    LP  y CD



 
   Según he podido leer estos días. Han pasado 30 años del primer CD en España. Recuerdo aquel primer día histórico con cierta ambivalencia. Llegaba el futuro de la música, o la perdida de la buena audición. La renovación del tocadiscos y del vinilo por CDs y reproductores. Con ellos llegó la piratería del futuro. Nosotros vendíamos el Compact Disc, el aparato reproductor de CDs. Se nos abrió una nueva puerta de venta masiva. El reproductor era caro al principio como los CDs, pero en menos de dos años, todos los equipos de música venían equipados de fábrica con un reproductor de CDs.

    Disponíamos de un nuevo producto para renovar el viejo equipo o simplemente para regalar en Reyes o, en cumpleaños… Nuestros argumentos de venta era sencillos: es un lector laser que lee, sin rozar el disco y…al no haber roce no hay “lloros ni chirridos” no se rallan ni estropean, ocupan poco espacio, y en un solo disco entran más canciones que en un LP.

    Este crucial salto tecnológico, abrió la puerta de la era digital en nuestros hogares. Las grandes compañías discográficas, empezaron a potenciar las grabaciones en CDs. Los dos formatos coexistieron durante poco tiempo (Vinilo y CD) Las multinacionales del sector sin saberlo o sin querer valorar el futuro, empezaron a cavar su propia tumba y, todo lo que el SEÑOR Vinilo les aportaba a tantas y tantas empresas del sector, fueron enterradas con ellas. ¿Fue un error no vaticinado? ó ¿avaricia empresarial?

    Hoy 30 años después, les puedo decir que…añoro el vinilo y todo lo que representaba: portadas, comentarios, valoraciones, tertulias hasta la manera de escuchar música. Creo que la categoría del melómano ha bajado, desde la perdida de aquellos misteriosos grandes discos negros, grabados sobre el SEÑOR Vinilo.