Si no recaudo, no pago. Esta debe ser la pregunta circulante y constante
del Ministerio de Hacienda. Es la justificación natural, para cobrar un
impuesto nuevo, el de los Gases Fluorados de Efecto Invernadero. Este gravamen
estaría perfectamente justificado si la intencionalidad fuera la del contribuir
al efecto invernadero, pero me temo que esto no sea así. Este impuesto nace con
una única intención, recaudar 340 millones de euros.
Cargar un acondicionador, un frigorífico… de refrigerante nos costará seis
veces más. Por favor, estamos hablando del que posiblemente sea el sector más
castigado de todos, estas son las cosas que nacen para RESTAR VIDA al muy “tocadisimo
sector Electrodomésticos” el afán
recaudatorio puede suponer una gran ruina para el fatigado sector.
La ventaja, cuando un aparato de aire acondicionado está perfectamente
instalado no tiene porque ser, ni rellenado ni cargado de gas mientras viva. Salvo
en mínimos casos. Un frigorífico dura muchos años, y lo normal es que se pase
toda su vida con la misma carga de gas.
El problema es para el comercio, y por añadidura para el sufrido consumidor, a la hora de adquirirlo nos
costara más dinero: frigoríficos, congeladores y acondicionadores de aire.
Para los instaladores y frigoristas, este
gravamen supone más carga para su “ruinoso sector”.
Si tenéis alguna duda, entrar en comentarios al pie
de esta página. Comentadme vuestro problema, os, Electro-contestaré rápido.
Continuará
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