Guía particular del pequeño comercio. 2
Advertencia
Estimado colega, te recuerdo que... Estamos nadando entre tiburones. "No puedes aflojar en ningún momento, en el comercio actual está prohibido relajarse. Un pequeño error y terminas bajando chapa. Sé generoso con el tiempo de dedicación a tú tienda, veras lo agradecida que es.
Algún año volveremos a tener superávit. Hubo un tiempo que cuando se presentaba el cierre de ejercicio, veíamos con cierta satisfacción que habíamos superando las cuentas del año anterior, eso te daba fuerza para continuar invirtiendo, ampliando, reformando, contratando personal, en definitiva generando riqueza. Todo era demasiado bonito, hasta que llegaron los “depredadores” y se hicieron los dueños de nuestras “playas” saltaban por encima de nosotros con suma facilidad, jaleados por nuestros representantes elegidos democráticamente en las urnas por todos nosotros.
Íbamos o venían nuestros bancos con caras sonrientes ambos, sacando pecho por nuestras excelentes noticias financieras. Mostrábamos con orgullo nuestro balance final de todas las cuentas, todo era transparencia.
La intencionalidad de esta guía del comerciante, nace con una única idea fija, volver a oír algún pequeño empresario “Este año mi cifra será muy superior al año anterior” con esta acción, tal vez, se evitará algún “concurso de acreedores” (antigua suspensión de pagos). Trataré de disminuir la destrucción del gran tramado empresarial en general y sobre todo lo que concierne al pequeño comercio, al negocio de pocos empleados y al tradicional negocio familiar.
Actualmente tras una evaluación individual y concienzuda, la tesitura es fácil “continuar o parar”
¿Continuar, es de Valientes o de suicidas? ¿Parar, es de cobardes o de futuros arruinados? Entonces... ¿Que hago? ¿Que está pasando?
Motivación, cansancio, bloqueo empresarial, falta de relevo profesional, nuevas generaciones no implicadas en negocios institucionales o simplemente un reconocido relajamiento mayor de lo acostumbrado. Son varios los ejemplos de todas las ciudades de nuestro país, donde el pequeño “empresario” ha cedido de forma incomprensible su local, a una multinacional o franquicia, tras recibir una oferta económica tentadora. La mayoría lo hacen, sobre todo cuando los resultados no son los esperados.
Electro consejo:
“En mi barrio puedo comprar
cualquier cosa que necesite”.
® El Profesional
Continuará...